Argentina U16: qué pueden dar y qué deben mejorar

A lo largo de todo el torneo, Diego Lifschitz apostó por una formación ofensiva 4-1, con un interno jugando de cara al aro. En varios cierres de partido, puso en cancha a sus dos bases que se combinaron bien para el traslado. En defensa, siempre apostó a la marca personal y no se dispuso una sistema de atrapes defensivos en partidos cerrados.

Lógicamente, por una cuestión de edad y desarrollo, tienen mucho aún por mejorar, además de una inyección de carácter que seguro les habrá dado su participación en el FIBA Americas U16.

Bases:

-Gastón Bertona (1,78 metros, Unión San Guillermo): otro buen torneo del líder ofensivo argentino, que fue un verdadero técnico dentro de la cancha. Tiene un dribbling picante que utiliza con frecuencia para sacarse las marcas de encima, además de mucha verticalidad y velocidad. Cuando Argentina necesitaba alguien que la tire, aparecía creando juego o con buenos porcentajes desde 6,75. A veces, cuando toda la responsabilidad en ataque recaía sobre él, las defensas ya esperaban para taponarlo. En ese sentido, necesita trabajar en sus definiciones cerca del cesto para que su altura no sea un limitante, además de buscar más a sus compañeros. Por momentos, se lo vio poco agresivo en defensa.

-Lautaro Pividori (1,84 metros, Ciclista de Paraná): mostró carácter para hacerse cargo de las ofensivas, más aún cuando la situación lo requería. Fue uno de los mejores lanzadores de la selección, así como también mostró habilidad para definir con la marca encima. Tiene la asistencia entre ceja y ceja, lo que es un punto a hacer hincapié para volverse un armador más completo. Se sintió más cómodo jugando con Bertona en cancha, para no tener toda la responsabilidad de llevar la pelota o marcar a bases rivales. En ocasiones, y contra la presión, fue inseguro en los pases.

Perimetrales:

-Lucas Gallardo (1,97 metros, La Unión de Formosa): posee un gran dominio de balón y la combinación de envergadura más velocidad le permite romper marcas. Cuando se soltó, tomó el protagonismo ofensivo del equipo, apoyado en su buena mano exterior. Por condiciones físicas y rapidez en el movimiento lateral, pudo contener a los goleadores rivales. Se lo vio muchas veces frustrado porque la pelota no le entraba, lo que lo llevó a cometer más errores o forzar tiros.

-Bautista Lugarini (1,99 metros, Gimnasia y Esgrima de Rosario): el capitán de la selección tuvo dos primeros partidos para el olvido pero, cuando se le abrió el aro, mostró todas sus capacidades. Es sacrificado en defensa y sus brazos largos le permiten condicionar los intentos rivales. Carga continuamente al rebote ofensivo y mostró ciertos recursos en el poste. Tiene una gran técnica para lanzar, lo hace rápido y se arma sus propios tiros. Corrido de posición, le costó superar con el dribbling a hombres más bajos y rápidos, pero pudo concretar penetraciones por sus condiciones atléticas.

-Juan Cruz Scacchi (1,99 metros, Echague de Paraná): si hay que elegir un jugador argentino para tener minutos inmediatos en Primera, ese sería el entrerriano. Muy potente, tiene una gran capacidad de salto que le permite volcarla o taponar continuamente. Lucha mucho en defensa y puede defender jugadores interiores. Tiene que terminar de pulir su lanzamiento, especialmente desde la esquina.

-Ignacio Varisco (2,01 metros, Echague de Paraná): corrido de su puesto, hizo un esfuerzo por tratar de conseguir puntos desde el perímetro. En ese sentido, arma rápido el tiro (que, sin embargo, debe seguir trabajando) y su versatilidad le da herramientas ofensivas. Además, sabe leer el juego. Necesita desarrollar su físico para el roce.

-Máximo Milovich (2,01 metros, Obras Sanitarias): el alero llegaba con buenos antecedentes, pero un esguince en el debut contra Canadá le impidió ver acción hasta el juego por el tercer puesto contra Puerto Rico. Allí, mostró lo que puede dar: tiro e inteligencia para ubicarse y pasarla. Su limitación, por el momento, es su falta de explosividad para penetrar y definir.

Internos:

-Tomás Chapero (2,08 metros, Bahía Basket): defensivamente, fue el pilar argentino. Sus brazos largos y verticalidad le permitieron tapar o incomodar todas las penetraciones rivales, además de ser una seguridad en los rebotes. En ataque, jugó generalmente de frente al aro y le costó romper marcas poniendo la pelota en el piso, pero se animó a ir para adelante e incluso a lanzar abierto. Una buena costumbre: siempre busca la volcada.

-Matías Von Schmeling (2,00 metros, La Unión de Formosa): mostró mucha versatilidad y velocidad para romper defensas, además de lectura para dar buenos pases. No pudo explotar su lanzamiento externo y la mayoría de los minutos formó como pivot, donde pareció sentirse más cómodo pese a sus características. Si termina de pulir su medio gancho, se volverá un interno más completo. Debe mejorar en la defensa de internos altos, especialmente en el cerco reboteador.

-Gonzalo Bressan (2,04 metros, CAB Estepona de España): tiene porte y altura, que sabe utilizar para contener a sus rivales en defensa. Mostró muchas virtudes para jugar el pick and roll y cae bien a la pintura, además de exhibir un incipiente tiro de media distancia. Debe trabajar en la coordinación de su cuerpo, algo que seguramente ganará con los años, y en la fuerza a la hora de levantarse para lanzar, lo que le permitirá mejorar su toque para definir.

-Ignacio Aman (2,02 metros, Estudiantes de Olavarría): parece dominar su físico robusto y no le teme al roce, por lo que fue el pivot natural del quinteto inicial argentino. Mostró aptitudes para encarar el aro de frente, incluso ante hombres más bajos y rápidos. En ataque, y si bien fue buscado recurrentemente por no temer lanzar, falló en algunas definiciones en contacto, lo que deberá pulir para asentarse en el puesto.

-Matías Zenarruza (2,02 metros, Obras Sanitarias): el jujeño recién encontró muchos minutos en un partido complicado: nada menos que contra Estados Unidos. Si bien mostró cierto nerviosismo que lo hizo dudar a la hora de buscar el aro, se mostró predispuesto en defensa, principalmente para colaborar en la lucha rebotera

Fernando Brovelli (@FerBrovelli)
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