Que el árbol no tape el bosque

Argentina tuvo su paso por el Sudamericano U17. Consiguió el objetivo que fue a buscar, clasificar al FIBA AMÉRICAS 2018. Además de intentar quedarse con el torneo, cosa que luego no terminó sucediendo. ¿Fue exitoso entonces el torneo? ¿No es una frustración no ganarlo en el cual no está presente Brasil? ¿Debemos quedarnos con esa final perdida o bien con los realizado en Perú? Claramente los resultados importan, y más que nada al espectador y al que no pudo ver los argumentos que mostraron los chicos dentro del Sudamericano. La línea esta clara, y se llevó a cabo de excelente manera. La pregunta es ¿Porque se perdió entonces si estaba todo tan claro? A continuación lo contestaremos.

Argentina fue con un elenco con experiencia al torneo. Jugadores que ya se conocen, mucha calidad entre sus perimetrales, talla en los internos y argumentos de juego. A lo largo del Sudamericano, el albiceleste tuvo diferentes apartados donde su rendimiento fue óptimo. Siempre se habla de intensidad, versatilidad, juego de pases y la defensa por sobre todos. Argentina tuvo todo eso. Se fue potenciando y mostró que puede reinventarse y acaparar diferentes apartados de juego para ganar los partidos. Llevó bases anotadores, pasadores que mejoraron en su caudal de juego. Perimetrales con paciencia, sin abusar demasiado del tiro externo, salvo partidos excepcionales o si ameritaba la cuestión. Los internos, que son los que más lento progresan por en mécanica o aptitudes, tuvieron claros progresos. Es decir, que lo básico e indispensable para crecer y potenciar estuvo. Primer punto a favor.

El juego fue claro y presentando buenos signos a futuro. Argentina se pasó la bola, tuvo diferentes actores para anotar, y su defensa fue práctica y generalmente positiva. Hubo baches, pero mucha fortaleza desde su defensiva para generar gol en velocidad y dominar las acciones. Los problemas fueron los que generalmente cada camada presenta. Una clara discontinuidad con el aro, porcentajes de cancha, y algunos pozos que generan dudas y complicaciones. No por eso hay que dejar de ver el resto. Si bien todo termina en meter la pelota en el aro, es importante lo que generó Argentina para conseguir eso. Forzó poco sus ofensivas, tuvo fluidez, trató de involucrar a todos, y cada jugador contó con protagonismo. Los internos hicieron un trabajo mayoritariamente de rol pero con pulgar arriba en la conclusión final.

Lo que queda claro, además, es que la gente se queda con el final del torneo. Argentina llegó en un buen nivel al juego de desenlace con Chile. Salvó ese bache con Colombia, el resto eran todas rosas. Resultados, juego, calidad y trabajo colectivo. Nadie se quejaba, hasta que se enteraron que la final fue perdida. Hay varias cosas que señalar. A nadie le gusta perder, nadie se pone contento con ceder una final, y más si no está presente un elenco como Brasil. Así y todo tampoco hay que desprestigiar el nivel que hubo en el Sudamericano. Los elencos generalmente candidatos como Uruguay o Venezuela, no lo fueron en Perú. Aparecieron otras camadas que hasta ilusionan a Sudamerica a futuro. Colombia, Ecuador y Chile con varios prospectos de un excelente nivel. Como sucedió en el U16 con la aparición de Paraguay, las cosas han cambiado en su eje general. No siempre son los mismos, aunque Argentina mantiene una solvencia y se va potenciando cada vez más.

Ahora bien ¿Con que debemos quedarnos de todo esto? Si la bajada fue bien entendida, hubo muchos puntos altos, el equipo rindió desde lo colectivo y también en lo individual ¿Que pasó para no terminar en lo alto? Argentina chocó con un rival que le cerró los caminos. Como se señaló antes, los baches ofensivos y los vaivenes con el aro han sido y son un problemas en las menores. La técnica individual avanza pero hay una necesidad de mantenerse y subir más escalones. Argentina se trabó ofensivamente, y la marca zonal fue todo un problema. A pesar de ello, los chicos nunca renunciaron a su juego. Pasarse la bola, contener en defensa, intentar correr y colectivamente emerger en un partido enredado al cual debieron rendirse ¿Solo por eso hay que cambiar todo? ¿Tan trágico resultado perder? Si la línea está bien y el camino es el correcto ¿Porque tirar con munición gruesa a un trabajo bien elaborado?

Argentina necesita torneos, necesita experiencia y crecer como tal. Cuenta con un material invaluable pensando a futuro. Con el correr de los meses los cambios claramente son notorios. Sucedió con el U19 de un año al otro, y el U17 cada vez se potencia en muchos aspectos. Un elenco alto, versátil, con mucha facilidades de juego y gol, más todo lo que se pide en defensa e intensidad para competir internacionalmente. La idea es no caer en el facilismo, y creer que por perder una final con Chile ya es imposible progresar o competir con los mejores. Desde la CABB quedó bien claro que la idea es otra. Más allá de que siempre se quiere triunfar, y estar por encima del resto, hay otros puntos que se toman como triunfos. ¿Conformismo? Nada de eso. Entender cuales son los pasos, como seguirlos, y saber que de esa manera los resultados deportivos en números llegarán casi al mismo tiempo. Paciencia es lo que debe sobrar en un momento como éste. El trabajo está, el camino está y el material sin dudas. Un resultado no debe cambiar el modo de pensar ni de dirigir el barco. Que el árbol no tape el bosque...

José Fiebig

@Josefiebig