Pensar a futuro

Se dice que el basquet es un deporte de momentos, de jugadores, de circunstancias. Momentos de gloria, y momentos donde hay que bancar la parada. Argentina posiblemente sea un caso realmente excepcional, con lapsos de total amalgama y ahora un retroceso que nos genera dudas. Algo lógico teniendo en cuenta la culminación de la generación más maravilloso que nos regaló la naranja. Ahora bien ¿Podemos volver a ser potencia mundial? ¿Tenemos lo que hay que tener para sobresalir de nuevo? La respuesta es sí. Tras todo el periodo negro dentro de la Confederación, van llegando tiempos de renacer y pensar a futuro. La paciencia no es la virtud nuestra como Argentinos, pero no queda otra en estos momentos. Repasaremos el potencial de oro con el cual contamos, y que puede dar sus frutos a medio o largo tiempo.

En los últimos años, hubo un cambio total de mentalidad respecto de nuestras menores. Rastrillajes profundos, y de buenas a primeras camadas que se están aprovechando muy bien. La mayoría de ellas con jugadores en Liga Nacional, otros en TNA, o bien Liga de Desarrollo, y hasta teniendo mayor protagonismo y colocando su nombre bien arriba. Potenciar nuestros recursos en la base. Llevarlos a Europa para medirse con los mejores de sus edades, y luego en los mundiales tratar de competir y ver hasta donde podemos llegar. Los buenos resultados de a poco vienen llegando, y todo se piensa a futuro para la selección mayor. Las camadas 98, 99 y 2000 comienzan a mostrar su fuego sagrado, aunque siempre depende en el lugar donde estén, eso también otro de los fundamentos. De a poco, el tan querido y hablado recambio va apareciendo, aunque lógicamente llevará su buen tiempo hasta que ingrese por completo a un seleccionado mayor.

Hoy por hoy mucho recae en nuestro problema desde la base. La dependencia de Campazzo, que no podremos generar otro igual, la poca paciencia sobre Laprovittola, y los bases de nuestra Liga Nacional que no puedan afirmarse con la celeste y blanca. Aguirre primero, luego Balbi, pero nada convence en su totalidad. Luca Vildoza hoy es otro de los prospectos desde esa posición, que si logra la maduración esperada, puede ser pieza vital para las siguientes competencias. ¿Hay mas debajo? Si mucho más. El puesto de guardia puede estar excelentemente cubierto en pocos años. Bases veloces, anotadores, defensores fuertes y con otro roce.

Los casos de Lautaro Lopez, sin minutos en San Lorenzo y tratando de hacer su presente en el Baskonia B. Sumado a Facundo Corvalán con todo su despliegue físico y de calidad como tirador. En la 2000 tres bases que siguen su proceso a pasos agigantados. Francisco Farabello, hoy en la Academia NBA, sumado a los minutos y la elegancia de Juan Ignacio Marcos como opción en Peñarol en Liga Nacional. Lo mismo para Marko Giordano. El rosarino que ya sacó aplausos de la gente de Corrientes con su desparpajo y buen juego en Liga y Liga de las Américas.

Hay diferentes jugadores que muestran su calidad para hacerlos evolucionar. El Mundial U19 del 2017 dejó interrogantes y muchos jugadores en alza totalmente. Matías Solanas como un tirador de raza, sin los minutos esperados aún en San Martín por ejemplo. Lo mismo para Leandro Cerminato con sus 2m01 y todo lo que genera con su juego y gol. Lo propio para Lisandro Fernandez, que recién ahora está apareciendo con San Lorenzo y tomando confianza en la Liga Nacional.

Ni hablar para Luca Valussi y Lautaro Berra, que se van ganando sus aplausos en Liga merced a todo lo que crean en defensa, talla, gol y movilidad. Atenas tiene una camada que aún no puede explotar más allá del nivel que mostraron el año anterior. Un alero todo terreno como Leonardo Lema, un escolta fuerte con recursos como Mateo Chiarini, y ni hablar Franco Baralle. El base que debió irse al TNA para tener confianza y mostrar todo lo que sabe, y que nuevamente se lo tenga en los primeros planos. ¿Hay más? Mucho mas....

Hay proyectos con la talla para poder representarnos. La críticas de los pocos pivots, con Delia como habitual centro de conversaciones por su juego o manera de mostrarse en la cancha. El pozo en el cual no se generaron jugadores, hace que hoy no contemos con un recambio firme en este momento. Lautaro Berra apareció en escena hace poco, y es una opción, sumado a lo que puede dar dentro de unos años Francisco Caffaro con sus 2,14 y ya jugando en la Academia NBA en Australia.

No es poco tener en las presentes selecciones U16, U17 y U18 jugadores entre 2,05 y 2,10. Hay que apuntar ahí para confeccionarlos, trabajarlos el doble que los forwards o guardias para que de a poco se introduzcan con posibilidades a futuro en nuestra selección. Hoy perimetrales de calidad para potenciar y disfrutar a futuro hay. De a poco se están moldeando jugadores que den frutos cuando aparezcan enfrentamientos con las verdaderas potencias. Lo mismo para De La Fuente (clase 2000) en Quilmes o Hierrezuelo (2000) con sus 2,06 y cubriendo el puesto de alero.

Bahía Basket es uno de los elencos que más futuro cuenta y los dispone en cancha. Al nombrado Corvalan, sumarle los casos de Juan Vaulet y Máximo FJellerup como exponentes que cumplen sus primeros pasos en la selección o el menor de los Vaulet, Santiago. En Liga de Desarrollo con los dos mejores escoltas de las últimas camadas 2000 y 2001. Tanto Leandro Bolmaro como Bautista Lugarini con un nivel de luego que está en ascenso en todo momento.

El cordobés recientemente llegado del Global Games en Estados Unidos y elegido en el roster de los mejores 12 del torneo disputado. Lugarini como puntal de su camada, y con un mundial en breve y teniendo minutos en Liga Nacional junto a su nuevo compañero de equipo. Queda claro que cuando se comienza a dar oportunidades a los juveniles, ellos devuelven con creces todo. Sucede con la camada perdida del 96 de Gramajo, Arengo, Vildoza, que recién ahora están demostrando sus condiciones, y empiezan a ser evaluados de otra forma. Tiempo perdido en ese entonces, y que ahora van recuperando para el bien de todos.

La Liga Nacional debe ser la primera fuente para apostar a que el futuro sea más próspero. Los juveniles y proyecciones deben comenzarse a ver, y sus apariciones en selecciones menores tienen que ser otro de los factores para utilizarlos. Darles posibilidades de equivocarse, de mostrarse, y de a poco ser útiles en diferentes facetas. En caso de conseguir eso, seguramente tendremos mayores recambios en diferentes posiciones, y podremos avizorar un futuro mucho mejor del presente que tenemos. Hay que esperar, tener paciencia, seguir generando prospectos, que progresen y que luego den sus frutos en la cancha con la selección. Si bien el presente dice una cosa, nuestra materia prima dice otra. Hay que bancar la parada, pero pensar a futuro que material y calidad tenemos para explotar.

José Fiebig

@Josefiebig