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09/08/2023 12:38 | Selección Nacional

A cinco años del tétrico manual de adoctrinamiento “Hormigas”

El 1 de julio de 2018 quedó listo, y un par de semanas más tarde se puso en práctica. Ideado por Hernán Amaya y Laura Cors, los inocentes textos escondían mensajes subliminales muy fuertes. Todo esto volcado a jugadoras menores de edad, varias de las cuales terminaron con problemas psicológicos tras la experiencia.
Autor:Emanuel Niel (eniel@pickandroll.net)
A cinco años del tétrico manual de adoctrinamiento “Hormigas”

El manual de adoctrinamiento Hormigas no nació de la noche a la mañana. Como todo, conlleva un marco histórico y un preámbulo necesario de conocer.

Hernán Amaya ingresó a las selecciones menores en 2008 y poco a poco fue ganando terreno. Sobrevivió en la estructura pese a los cambios de presidentes en CABB y a los reemplazos que sufrió el cargo de entrenador del seleccionado mayor femenino.

Ir posicionándose dentro de un área repelida por la gran mayoría, hizo que en 2016 fuese nombrado coordinador de las selecciones menores, y al mismo tiempo, tomara cada vez más tareas.

Poco a poco la dinámica rotó, y por caso, los viajes al interior del país para pregonar el Plan Nacional Formativo se achicaron en consideración y pasaron a ser, sin ponerse colorado ni esconder demasiado el nuevo objetivo, paseos para reclutar jugadoras con potencial para los equipos de Capital en donde él y su staff trabajaban.

Las presiones hacia las jugadoras (todas menores de edad) se volvieron más y más fuertes, ya que no alcanzaba con ir a Capital para tener chances de estar en la Selección, sino que había que hacerlo a los clubes donde ellos dirigían, y la primera que se plantó y dijo basta fue Rocío Bereilh.

La marplatense eligió otro camino, y el hostigamiento psicológico fue tal que optó por renunciar y comenzar tratamiento con un profesional. Aún hoy, cinco años después de ese oscuro 2018, es de las pocas que se anima a hablar abiertamente de lo que eran las concentraciones y el manual de adoctrinamiento.

Y así llegamos al clímax de este artículo. “Hormigas”. Gestado en conjunto entre Hernán Amaya y Laura Cors, pero en donde los demás integrantes del cuerpo técnico de menores de esa época estaban al tanto y participaban.

Bienvenidos al túnel del terror. En total 37 páginas. Falsamente le hicieron creer a las jugadoras (reitero) menores de edad que ellas eligieron ese animal, que ellas buscaron sus virtudes, que simplemente se trataba de un trabajo de unión de grupo. Menores vulnerables, atormentadas y preparadas (por ellos) para dar ese paso.

Si se hojea el PDF de forma rápida, hasta pareciera un trabajo práctico para el colegio secundario. Todo blanco. Todo inocente. Lindas ilustraciones. Está bien. Pasemos a otro tema. Ahora, si se lee en detenimiento, la imagen se distorsiona.

Tras dos páginas introductorias del motivo de elegir hormigas, y una moraleja sobre las cargas que se deben llevar para seguir avanzando, comienza sistemáticamente una lluvia de mensajes directos que se mezclan con frases suaves.

“Para llegar a convertirme en una GIGANTE, primero tengo que merecer ser una HORMIGA. Muchas podrán estar en los diferentes procesos de Selección, pero solo unas pocas MERECERÁN SER llamadas HORMIGA”. Y esto que acaban de leer apenas está en la página 8.

Ser parte. Hacerlas sentir especiales. Por encima de las demás que no lo merecen. Trabajo liso y llano de un peligroso adoctrinamiento que tiempo después les explotaría en la cara.

A partir de la página nueve comienza lo que denominaron “Decálogo de la Hormiga”, con afirmaciones tales como “una hormiga es hormiga en todos lados las 24 hs. todos los días del año”, o más directo, “una hormiga se uniforma y se diferencia de su entorno”.

Quizás una de las frases más impresionantes; “Una hormiga soporta las sesiones de trabajo más duras y siempre quiere un poco más”, sumada a las que siguen un par de cuadros más abajo; “Una hormiga es fiel, hermética, reservada y confiable. No critica, no habla de los demás, y por sobre todas las cosas sabe que su equipo es único y sagrado”, y “Una hormiga frente al peligro se agrupa y si es necesario muerde para proteger al resto. Defiende su hormiguero hasta quedar exhausta”.

Claramente, de inocente este texto no tenía nada. Hacerlas sentir especiales, únicas, distintas al resto, y al mismo tiempo, que se diferencien, que solo confíen en ese selecto grupo, que desconfíen de la que hablaba por fuera de ese círculo cerrado y por sobre todas las cosas, que no se abran con los demás. Tétrico.

Por si quedaba alguna duda del adoctrinamiento que se implementó con este método, a las jugadoras menores de edad, se les hizo leer en reiteradas oportunidades este texto. Incluso en una ocasión fue en ronda, en una habitación a oscuras y solo iluminada con la luz de una vela.

Meses más tarde las jugadoras que fueron al Mundial U19 del 2019 recibieron como parte de su “inclusión” en las Hormigas un anillo que las identificaba. Como reza el título de ese manual de adoctrinamiento, habían terminado su camino y por eso lo obtuvieron.

Ese torneo marcó el principio del fin para el plan macabro. Los malos tratos y la presión psicológica llegaron a un límite inaguantable que se profundizó por los resultados que no fueron los esperados. Al regresar del torneo, a algunas jugadoras debieron darles un periodo de vacaciones en sus clubes para que bajen el nivel de stress y angustia.

En diciembre, con las elecciones, cambió el lineamiento político en CABB y Fabián Borro optó por no darle continuidad a ese trabajo.

Al día de hoy algunas jugadoras y padres continúan respaldando el trabajo hecho por Amaya, Cors y compañía, aunque son los menos. Del método “Hormigas” directamente no se habla. Solo quedan un puñado de anillos olvidados en algún cajón y un tatuaje detrás de una oreja como recuerdo de ese tiempo.

La gran mayoría en cambio, y afortunadamente, hoy lo ve en retrospectiva y no puede creer haber sido parte de eso. Cómo les hacían creer que estaban en Disney cuando en realidad era una película de horror. Cómo pasó delante de los ojos de muchos sin darse cuenta.

Cómo, si no se lo tiene presente, la historia puede volver a repetirse.

Emanuel Niel
En Twitter e Instagram @EmanuNiel

www.pickandroll.com.ar

»Andres Spinelli09/08/2023 23:52
Yo trabaje años con ellos en selecciones y puedo asegurarte que todo esto que mal explicas/interpretas tiene otro objetivo. Son fanaticos del trabajo, del basquet y ni te imaginas todo lo que dieron y los sacrificios que hicieron en cada viaje.
Obviamente esta nota esta cargada de odio personal y mala intención. Por ser una persona que tiene la posibilidad de escribir en medios no tenes derecho a destrozar el trabajo de gente que con aciertos y errores, solo hizo eso, trabajar. No es ético tu accionar. Con todo respeto, espero que puedas crecer personal y profesionalmente generando mas cronicas informativas (que lo haces bien) y menos de estos contenidos que no suman desde ningun lugar.
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»Armando10/08/2023 03:44
Una nota llena de vaguedades (un sólo nombre sobre cientos de jugadoras que participaron dice más de algo personal)
Que fácil que es opinar desde afuera sin siquiera tener conocimiento de como se genera pertenencia. Con el mismo fundamento vacío de pruebas que lo hacés vos, yo podría decir que por el tenor de lo que escribís sos un "lameculos" de borro. Lamentable que ocupes este espacio de "periodismo"; tratá de abrevar en Panzeri, ORO, Paenza, etc, etc antes de seguir hundiéndote en tu propia mierda
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»Victoria18/08/2023 11:56
Fui jugadora de Laura Cors en Lanús y es cierto su fanatismo y su locura por el basket. Nunca fue una persona que cuidara a sus jugadoras psicologicamente. En primera persona puedo decir que pasé malos momentos siendo su jugadora en categorías formativas. Por otro lado, es ingénuo pensar que lo que sucede con los entrenadores y la selección sea algo nuevo o que pase solo con las jugadoras del interior.
Fui a varias pre selecciones y siempre quedaban las jugadores de Velez, Unión Florida, Platense o Burzaco, de acuerdo al club en el que dirigía ese año el DT de la selección.
De todos modos, gracias por visibilizar las problemáticas de las deportistas.
Saluda atte.
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»Victoria18/08/2023 14:31
Fui jugadora de Laura Cors en Lanús y es cierto su fanatismo y su locura por el basket. Nunca fue una persona que cuidara a sus jugadoras psicologicamente. En primera persona puedo decir que pasé malos momentos siendo su jugadora en categorías formativas. Por otro lado, es ingénuo pensar que lo que sucede con los entrenadores y la selección sea algo nuevo o que pase solo con las jugadoras del interior.
Fui a varias pre selecciones y siempre quedaban las jugadores de Velez, Unión Florida, Platense o Burzaco, de acuerdo al club en el que dirigía ese año el DT de la selección.
De todos modos, gracias por visibilizar las problemáticas de las deportistas.
Saluda atte.
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